jueves, 22 de noviembre de 2012

Monólogo interior de Victoria

¡HOLA LECTORES!


  
    Hoy es mi turno, es el momento en que escriba mi monólogo interior, en el que tengo que reflejar mis "propios" sentimientos y es que, en realidad, cuesta mucho ahora, así, derrepente sin más, escribir por arte de magia, lo que se me pasa por la cabeza. Tengo diecisiete años y muchos exámenes por delante así que os podréis imaginar que tengo la cabeza hecha un lío. Se me pasa por la cabeza quejarme de cosas como la selectividad, mis padres, mi media, mis estudios... pero no creo que a nadie le interese leer o escuchar mis penas, porque todos tenemos problemas. Así que aprovecho este monólogo interior para preguntarle a mi cabeza (o a lo que queda de ella): ¿Qué es lo que esperas de ti?, ¿Qué crees que serás de mayor?... (puntos suspensivos).

    Destaco lo de "puntos suspensivos" porque no tengo ni remota idea. Supongo que yo me centro en el día a día. Los profesores me dicen "Victoria, estudia esto, esto y esto para el examen" y cojo yo y lo hago, sin más, luego llego a casa, mi familia y yo vemos las noticias mientras comemos, y algunas veces tienen el valor  de preguntarme a qué me voy a dedicar el día de mañana, que quiero ser cuando sea mayor. Yo no se que contestar, no se si reirme o seguirles la corriente, porque todos sabemos que los sueños que nos propongamos ahora el día de mañana serán eso, sueños, y se que después de licenciarme, ni yo ni nadie, vamos a encontrar trabajo fácilmente, así que yo opto siempre por contestar "No lo se, todavía queda mucho".

   Pero bueno, a pesar de todos los problemas también existen cosas que me hacen feliz, porque siempre existen pequeños detalles que pueden alegrarte el día, por muy pequeños y tontos que sean. Me gustan los besos de mi madre que dejan la marca del pintalabios en la mejilla, me gusta la sensación que tengo cuando termino un ejercicio de matemáticas, el sonido de la tecla de un piano, el olor del neopreno de surf de mi hermano, acariciar a mi perro...

   Entonces, dinos Victoria, ¿A qué conclusión has llegado?

Uff...¡UFF!
   No se, sigo con la misma mentalidad de siempre. En resumen, odio el pesimismo de la sociedad, las comparaciones y el egoísmo, creo en el amor y la felicidad, y desde pequeña me han dicho "Si vas a casa de alguien y te ponen de comer algo que no te gusta, tú pon buena cara y comételo sin protestar" así que vamos a aplicarlo a usos prácticos:



Si la vida te da algo que no te gusta, aguántate y afróntalo con optimismo, todo se resume a llevar las cosas a tu terreno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario