miércoles, 9 de enero de 2013

Caminante no hay camino...

¡HOLA LECTORES!

 Como os acordaréis en la anterior entrada habíamos hablado sobre la vida de Antonio Machado y como nos ha gustado mucho hemos decidido publicar un poema suyo, de momento, muy conocido. Más tarde publicaremos otro poema  pero ahora nos quedamos con este poema conocido como "Caminante no hay camino".


Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,

ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse

de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse…
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar…

Hace algún tiempo en ese lugar

donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso…
Murió el poeta lejos del hogar.




Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso…

Cuando el jilguero no puede cantar.

Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso.

Cuando el jilguero no puede cantar.

Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso.


    Como curiosidad os contaremos que este poema fue adaptado para ser cantada por Joan Manuel Serrat, así que ¿Qué mejor manera de despedirnos de vosotros con una canción de uno de nuestros poemas favoritos? 

                               
Os aconsejamos que para poder disfrutar mejor de esta canción desconecteis la música de fondo de nuestro blog. Encontraréis el reproductor de música en la esquina inferior derecha de la página.

- ¡Eh! ¡Pero no os vayáis todavía!

+ ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

- Os habéis olvidado de la valoración personal, chicos.

+ Oh, es cierto. Bueno, este poema tiene como tema principal el paso del tiempo, en cúal nos dice que no existe un camino de la vida qué seguir sino que tu vida va formándose paso a paso. Es un poema muy simbólico y muy representativo. Nos ha gustado , principalmente, por su gran contenido sentimental

La vida de Antonio Machado

¡HOLA LECTORES!

     Empieza el año 2013 y con él empiezan nuestras ganas de empezar la segunda evaluación y publicar más entradas y más curiosidades para vosotros. Hoy nos sentimos responsables y a continuación os contaremos algo sobre un poeta muy importante de nuestro país, Antonio Machado.



  Poeta español que nace en Sevilla en el año 1875. Aunque influido por el modernismo y el simbolismo, su obra es expresión lírica del ideario de la Generación del 98. Hijo del folclorista Antonio Machado y Álvarez y hermano menor del también poeta Manuel Machado, pasó su infancia en Sevilla y en 1883 se instaló con su familia en Madrid.

   Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la editorial Garnier, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde entabló amistad con R. Darío. De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de Unamuno.

    En 1907 obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria, cuidad en la que dos años después contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo. En 1910 le fue concedida una pensión para estudiar filología en París durante un año, estancia que aprovechó para asistir a los cursos de filosofía de H. Bergson y Bédier en el College de France. Tras la muerte de su esposa, en 1912, pasó al instituto de Baeza.
Doctorado en filosofía y letras (1918), desempeñó su cátedra en Segovia y en 1928 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Al comenzar la Guerra Civil se encontraba en Madrid, desde donde se trasladó con su madre y otros familiares al pueblo valenciano de Rocafort y luego a Barcelona. En enero de 1939 emprendió camino al exilio, pero la muerte lo sorprendió en el pueblecito francés de Colliure.


  Los textos iniciales de Machado, comentarios de sucesos y crónicas costumbristas escritos en colaboración con su hermano y firmados con el seudónimo Tablante de Ricamonte, aparecieron en La Caricatura en 1893. Sus primeros poemas se publicaron en Electra, Helios y otras revistas modernistas, movimiento con el que Machado se sentía identificado cuando comenzó su labor literaria.
No obstante, aunque las composiciones incluidas en Soledades (1903) revelaron la influencia del modernismo, el autor se distanció de la imaginería decorativa de la escuela rubeniana para profundizar en la expresión de emociones auténticas, a menudo plasmadas a través de un sobrio simbolismo. En su siguiente libro, Soledades, galerías y otros poemas (1907), reedición y ampliación del anterior, se hizo más evidente el tono melancólico e intimista, el uso del humor como elemento distanciador y, sobre todo, la intención de captar la fluidez del tiempo.

   Al igual que Unamuno, Machado consideró que su misión era "eternizar lo momentáneo", capturar la "onda fugitiva" y transformar el poema en "palabra en el tiempo". En los años posteriores se acentuó su meditación sobre lo pasajero y lo eterno en Campos de Castilla (1912), pero no por medio de la autocontemplación, sino que dirigió la mirada hacia el exterior, y observó con ojos despiertos el paisaje castellano y los hombres que lo habitaban. Una emoción austera y grave recorre los poemas de este libro, que evoca la trágica España negra tan criticada por la Generación del 98 desde una perspectiva regeneracionista, al tiempo que se describe con hondo patriotismo la decadencia y ruina de las viejas ciudades castellanas.

   La poesía de Machado se aleja de la concepción modernista de que ésta es meramente forma y la suma de las artes. No importa tanto la forma, la musicalidad, la buena rima, si no se cuenta nada íntimo y personal. El verbo es lo más importante, porque expresa el tiempo, la temporalidad que él considera esencial. También le da mucha importancia al sentimiento que ha de impregnar la imagen. Las imágenes que no parten del sentimiento, sino sólo del intelecto, no valen nada. También rechaza la poesía surrealista, porque no tiene estructura lógica. Para él esto es una deshumanización, que no comparte. La poesía debe hablar con el corazón.


Bueno lectores, nos ha encantado estar hoy con vosotros, ahora que hemos vuelto estaremos más a menudo por aquí. Esperemos que se os haga entretenida la mañana.