sábado, 1 de diciembre de 2012

Vírgenes suicidas




¡HOLA LECTORES!


   ¿Que tal va vuestra mañana? Fijo que os habéis quedado un poco impactados con nuestro título y es que, así, de primeras es normal. Pero no penséis que vamos a hablar de una noticia catastrófica ni tampoco de un tipo de religión. Vamos a hablar de la novela  Las vírgenes suicidas, escrita por Jeffrey Eugenides en 1993.


    Todo comienza cuando cinco hermanas se suicidan en un típico pueblo. A partir de ahí, un grupo de jóvenes, ahora cuarentones, se obsesionan por este hecho tan repentino y misterioso,  que en su momento conocieron a las muchachas y se sintieron atraídos por ellas.  

    El libro está escrito en primera persona, y va cambiando de narrador y de punto de vista a medida que transcurre la historia.  El lenguaje que emplea el narrador es coloquial y directo.

    El título del libro se da porque este grupo de hermanas eran todas de edades cercanas, entre los trece y diecisietes años, también pertenecían a una familia muy religiosa y de costumbres muy cerradas. 

    La historia sigue un orden un poco desordenado, habiendo en muchas ocasiones analepsis y prolepsis, pero los capítulos siguen un orden lógico y la historia es fácil de seguir. La historia empieza desde que la hermana menor de trece años, Cecilia, sin motivo aparente se mata atravesada por los hierros de la verja que está bajo la ventana desde la que se lanza al vacío, y termina con el suicidio colectivo del resto de las hermanas Bonnie y Thérese, Lux y Mary Lisbon al año siguiente. 


    El final de la obra no llega a ningún punto culminante, ya que desde el principio de la obra sabes que las hermanas mueren y no te explican la razón de por que se suicidan, simplemente te describen el horror que sintieron sus vecinos y amigos más cercanos, como chicas tan jóvenes renunciaron tran pronto a la vida. La intención del autor era que cada lector llegase a su propia conclusión. 
    Tras leer el libro, llegamos a la conclusión de que las jóvenes se quitaron la vida por motivos diferentes; la adolescencia, el rechazo, sentirse solas o poco comprendidas, el estilo de vida que tenían en su casa, el ambiente tenso e inquisidor de su barrio...

    En definitiva, este libro es un libro que a simple vista no llama la atención pero es un libro cautivador y con un argumento muy diferente, te hace reflexionar. Te puedes sentir identificada con muchos personajes, con cualquiera de las hermanas o incluso, con alguno de los jóvenes que se sienten atraídos por ellas.
  

  

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Monólogo interior de David

¡HOLA LECTORES!

 -  Tenemos buenas noticias, hoy tenemos con nosotros a un chico muy especial, a la persona que aporta un poco de serenidad y formalidad a nuestro blog, si, en efecto, hablamos de... ¡Vallejo! (Aplausos). Bueno, dinos Vallejo, ¿De qué nos vas a hablar hoy?


 - Buenos días, muchas gracias por la presentación, aunque no hacía falta, bueno hoy me gustaría hablar de una de las cosas que más me gustan en este mundo: los animales. Siempre me han gustado los animales, de todas las clases: exóticos, como las serpientes, o más cotidianos, como un perro, de cualquier clase, color, tamaño o forma.
Pero lo que no puedo aguantar, desde que tengo uso de razón, son los bichos, ¡no puedo aguantarlos!, ya sean pequeños como una arañita o más grandes como pueden ser esos odiosos insectos conocidos como cucarachas.

   Soy capaz de ponerme una serpiente al cuello, cosa que ya hice en mis tiernos cinco años; pero el simple zumbido de una abeja o sin llegar a ser así de peligroso, como el de una mosca, me producen un miedo insoportable y, a día de hoy, no se porque.
 Querría que desaparecieran todos ellos a pesar de lo que me gustan los animales, aunque se que eso es imposible; por desgracia, conozco los riesgos de tal acción. En realidad es una estupidez.
Podría encerrarlos en una gran cúpula y que vivieran allí, apartados de todo y de todos, para que me dejaran vivir en paz, aunque no todos ellos, sólo aquellos como las abejas que son peligrosos pero muy importantes.
Aquí es donde parece que la naturaleza me ha leído el pensamiento, ya que hoy en día es sabido por todos que las abejas desaparecen Dios sabe por que, aunque tampoco le haría la pregunta.

   En mis vagos recuerdos de la infancia no encuentro prácticamente ninguna mala experiencia con estos miembros del reino animal,

Pero, ¿Que culpa tengo yo si me producen estas sensaciones? 

   El hecho de que tengan ese aspecto y el que piquen, muerdan o pellizquen a las personas es culpa de la evolución, la cual parece volver a estas especies en contra de la especie humana.

 -Bueno Vallejo, nos ha encantado recibirte esta mañana pero se nos termina el tiempo así que ya nos irás contando otro día a qué otro tipo de animales odias tambien, muchas gracias. Y a vosotros lectores solo queda por desearos un buen día y que afrontéis este frío coruñes con buena cara, porque días tan fríos como hoy quedan mucho. ¡Buena suerte y hasta otro día!